EQUILIBRIO ENTRE RACIONALIDAD E
INTUICIÓN
Para la toma de decisiones es imprescindible contar
con información objetiva sobre variables externas y también internas:
indicadores que nos hablen en números del escenario externo a la organización;
y también indicadores en números de la historia de nuestro emprendimiento
ligado a la decisión que nos ocupa. En este sentido, cuanto más números mejor:
los números no incluyen emociones.
Con el resultado de los números, darle espacio a
nuestras percepciones, que muhcas veces intuyen los cambios que las
proyecciones numéricas no nos mostrarán, pero que pueden ocurrir.
TIPS A TENER EN CUENTA PARA LA TOMA
DE DECISIONES
·
Contar con la mayor cantidad posible
de información válida,
·
Distribuírla y compartirla
generosamente entre aquellos que formarán parte directa o indirectamente de la
toma de decisión,
·
Contar con decisores de distinto
estilo: rápido, lento, reflexivo e intuitivo,
·
Contar con información objetiva o
racional: números y con la información de la intuición. Equilibrarla y no dejar
la decisión en manos de sólo una de los tipos de información.
·
Lógicamente y a consecuencia de lo
anterior, es importante formar un equipo de decisión (no se cuenta con
decisores individuales que roten de acuerdo al escenario. Y de ser así, quien
decide cual es el más adecuado para cada ocasión?).
·
Crear el clima adecuado para que el
proceso de análisis previo a la decisión sea enmarcado por la libertad en el
pensamiento. Se llegará en mejores condiciones.
·
Para la toma de decisión, parar la
pelota para poder concentrarse.
·
Frente al evento de decidir, tratar
de delegar todas aquellas cuestiones que impidan concentrarnos en la
decisión que nos ocupa.
·
Y si la decisión es importante y
existen los medios, mejor retirarse al menos un día a un lugar tranquilo y
alejado físicamente del centro generados de estímulos (ya sea la sede física
del emprendimiento, los hogares, etc..)
·
Generar una decisión principal y, en
lo posible, dos alternativas en caso de que la primera sea un fracaso.
·
Una vez tomada la decisión,
ejecutarla lo antes posible. El entorno puede cambiar y la decisión ser
atemporal e inadecuada.
·
Si en el proceso de ejecución
aparecen señales de error y no estamos en situación límite, parar, revisar y
replantear si fuera necesario y posible.
·
Ante situaciones límites, ser
consciente que la decisión no será la ideal. Sino usualmente la menos mala.
·
Si exiten dudas por lo que se
decidirá, pedir asistencia externa es indicado: profesional, amigos que tengan
la info y capacidad de análisis que amerite tomar en cuenta su opinión.
·
Si la decisión diera malos resultados
y se hizo todo lo conscientemente necesario para tomarla, no arrepentirse: se
hizo lo mejor que se pudo. Sí se debe revisar hasta encontrar los motivos de
falla.
·
Si la decisión fue
acertada….celebrarlo, valorarlo y tomar nota de los aciertos, a fin de
optimizar las próximas decisiones. También de los errores, que por suerte no
impactaron….